.help { cursor: help; BORDER-BOTTOM:#111 1px dashed; } Aqui en el pirovano: enero 2007

martes, enero 30, 2007




Mis dedos dibujan en el aire palabras que te quiero mandar por todos lados, y me doy cuenta que quiero que sean más que palabras, pero la distancia no lo permite, entonces el sentimiento se pone el mejor traje gramatical que encuentro en el momento y te lo envío, imaginando tu sonrisa (que sonríe porque se imagina la mía =) y espero impaciente que pase el tiempo, empujando al los segundos para que el mensaje no se haga esperar y podamos repetir este círculo vicioso (hermoso círculo vicioso por cierto).






Cuando no hay nada que decir ni que hacer solo queda abrazar... Abrazame y dame un beso de buenas noches/dias
|

miércoles, enero 24, 2007

Pero te llevaste la flor y me dejaste el florero



Años que van, años que vienen y estos finales inciertos a los cuales nunca estuve acostumbrado. Dias de mentiras, noches de fantasias y besos de plásticos que nada dicen y nada hacen... en realidad deshacen. Con ganas de verte y vomitarte un par de verdades en la cara, sin ganas de hablarte para no tener que escuchar el eco sordo de lo que ya no es ni será.

Sin resentimientos, sin amor, sin pena, vaciando envases que en su momento estuvieron inundados de sonidos, colores y cosas que no tienen definicion en la realidad pero se sienten y lo mas cercano es un ruido de lluvia, paradas vacias de colectivos y un viento que siempre te obliga (?) a abrazarte al ser próximo más querido. Tomando gota a gota cada uno de los recuerdos para que no regresen, para poder sonreir una noche lejana cuando un provechito me invada el alma.
Remodelando, reestructurando, construyendo nuevos edificios. Ni mejores, ni mas bonitos: Nuevos (aprovechen y sientan ese olor a nuevo, ese todo en potencia, esa sonrisa ingenua). Pensando nuevas teorias, viejos amigos y todas esa zarta de boludeces que a uno se le cruzan por la cabeza cuando deja de ser como es, mata al (agustin) pasado y empieza con un nuevo (agustin) presente, que nada sabe, que le resulta casi exitante esta experiencia de escribir, que sonrie, come y hasta confía.
Invadiendo cada segundo con música para dispersar el pensamiento, para dejar de morder los sentimientos, para no buscar lo que no tengo.
Avalanzandose sobre el teclado y querer toda la vida seguir escribiendo, para ser lo que soy, lo que digo y lo que siento... para pensar que todavía el globo sigue subiendo...
|

jueves, enero 11, 2007

Irse




A veces, la mejor manera de querer, es irse.
A veces lo mejor que uno puede hacer por la otra persona es no estar.
Irse es siempre una decisión, no es algo que pasa porque sí. Es de alguna manera, preservar lo querido. Cuidarlo, protegerlo. Guardarse una, y esconderse en una caja donde se elige estar. Callarse y otorgar todo. Que todo pueda ser en su imaginación, también lo mas horrible. Irse para no estar ni siquiera en sueños. Acomodar el equipaje para no dejar nada librado al azar. Sin dejar huellas. Como si nunca se hubiera estado. Con el tiempo aprendés que lo único que te queda o lo que querés que quede de vos, es tu imagen, la imagen de lo que fuiste, y cuando la situación lo amerita, hasta eso dás. Regalás tu recuerdo. Es preferible que piense que igual no valía la pena (yo), ni era para tanto (yo), que seguramente lo olvidé y seguí con mi vida.
Esconder bien adentro las ganas de decirle, de pedirle que venga, que se escape para hacerme el amor, para acariciarme el pelo, para recordarme que es real y de que existe. Ocupar intencionadamente todas las horas del día. Poner a prueba la templanza, viendo con ojos de viejito sabio, para saber que ya pasó el tiempo de la inconciencia. Porque es la distancia, los años, los lugares de donde venimos y a los que vamos los que nos separan. Y nadie vive eternamente en el presente. O quizás si, el presente es lo único real que tenemos, la verdadera vida. Irse se convierte entonces, en un plan torpemente concebido para desacralizar los adioses sin desangrarse en palabras.
Porque irse es, a veces, una maldad nacida de la ternura.


Por Lobis
(me sucede que siempre tenes las palabras que a mi me faltan...)
|