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sonrisas que se escapan de mis labios cuando te miro (beso?), chocan y salpican en las comisuras de tus labios, risueñas me miran, yo sonrio, y... el juego se repite eternamente.
Sin conocer las lagrimas, por lo menos no las compartidas, vemos como la ropa es solo un pretexto para tener de donde aferrarnos. Esquivamos baldosas, gente y la inseguridad que nos roza los costados.
Rostros, blanco, alambres y escaleras que siempre llevan demasiado rapido a ningun lado. Pienso, veo/creo como esta todo concentradamente desconcentrado. NO; ya se, voy a cerrar los...